Guaitil, Guanacaste, Costa Rica
Alrededor de la
plaza en los talleres de artesanos manipulaban el barro.
Todavía olía a
humo, es verano y Guanacaste se quema.
Guaitil: pueblo
abandonado por nuestra memoria, un oficio más que se lo lleva el viento,
habitante de calles en donde sólo se escucha el sol penetrando la tierra.
Hornos de barro
devorando fuego y aire de polvo fino amarillento.
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