MEMORIA

¿ De qué están hechas nuestras ciudades? - Danza e Identidad

El pasado 24 de enero presentamos en  la Casa de la Cultura de Ibarra la obra “Lo Propio y Lo Ajeno”, proyecto de danza y fotografía que nace en el marco del Festival Alma Performática en la ciudad de Panamá  en el mes de febrero del 2012. Un festival que propone creaciones colectivas entre artistas de distintos países.

Buscando excusas para un proyecto conjunto, el fotógrafo-documentalista ecuatoriano Vicente Gaibor y yo, recorrimos el casco antiguo de la capital panameña descubriendo lugares y gentes que representan a esa colectividad. Fue interviniendo aquellos espacios con el movimiento y la cámara que abrimos la puerta de un proyecto de investigación sobre temas de identidad  y pertenencia que abordamos desde nuestras profesiones: la danza y la fotografía.

Durante cinco años he dedicado mi investigación y creación escénica a generar vínculos prácticos entre la danza y la vida cotidiana, entre el artista escénico y quienes nos observan y a habitar con la danza el espacio público.

Para este proyecto contaba con un fotógrafo que proponía colocarse detrás de la cámara y registrar los procesos de intervención de los espacios desde una mirada documentalista y ambos curiosos empezamos a sumergirnos en un proceso de investigación para que el proyecto tomara cuerpo . Así “Lo Propio y Lo Ajeno”  se formula con interrogantes que siguen tratando de buscar respuestas ¿Qué es lo que nos genera el sentido de pertenencia a una región? ¿Qué manifestaciones materiales e inmateriales de un espacio y un tiempo construyen nuestra identidad?¿Nos identificamos con lo propio o con lo ajeno?.

En noviembre del 2011 “Lo Propio y Lo Ajeno” recibe los fondos de Coproducción de IBERESCENA y emprendemos un viaje entre Costa Rica y Ecuador para conocer nuestros países y entender de qué están hechas nuestras ciudades. Fue en este recorrido que nos encontramos sumergidos en los procesos artesanales de los productos que consumimos. Visitamos pescadores artesanales, mercados, tejedores, pintores, cocineras, productores de pajas para tejidos rústicos, sistemas de transporte públicos y tortilleras. En total veinticinco espacios intervenidos, quince en Ecuador y diez en Costa Rica.

La puesta en escena se plantea desde la poética de lo cotidiano, reinterpretando el movimiento repetitivo de los oficios retratados, en secuencias de danza improvisadas que buscan compartir con el espectador olores y sensaciones que no están en la fotografía.

“Ellos ya no lo perciben pero el olor es fuerte.

Un color blancuzco penetrando las paredes, goma de harina, papel y lápiz.

Reflejos dorados los visitan por las tardes

Sombreros que flotan en el aire.”

 ( sombreros de paja toquilla, Cuenca)

Milena Rodríguez

http://lopropio-loajeno.blogspot.com